Lepanto en la revolución griega y en la edad moderna
Lepanto, durante todo el período tardío otomano, siguió siendo base de la flota otomana y ocasionalmente, como ya hemos visto, de los piratas que colaboraban con ella. Por tanto, la participación organizada de los habitantes cristianos ortodoxos de la ciudad en la Revolución de 1821 fue aplastada inmediatamente. Los lepantinos que quisieron tomar parte huyeron a las montañas aledañas ο incluso más lejos. Sin embargo, un suceso importante de la Revolución, aunque poco conocido, tuvo lugar a principios de junio de 1821 en el puerto de Lepanto. A principios de abril de 1821, los rebeldes en el Peloponeso sitiaron Patras. El aprovisionamiento de la fortaleza de Patras se hacía desde Lepanto. Así que un escuadrón de Hidra y Spetses decidió a principios de mayo cortar el suministro por vía marítima. En el camino se encontraron con una fragata turca y la atacaron. La fragata envió una señal de socorro a las otras naves turcas en el Golfo de Patras y todas se dirigieron a Lepanto para protegerla. Al fracasar el intento de los rebeldes de apoderarse de la fortaleza de Antirio, la flotilla rebelde decidió seguir el ejemplo de Papanikolis en la batalla de Ereso e intentar quemar la flota otomana dentro del puerto de Lepanto. Esta difícil tarea la asumió voluntariamente el marinero Yorgos Anemoyanis, de tan sólo 23 años, originario de Paxí. Sin experiencia previa de brulote, Anemoyannis heroicamente persiguió las naves turcas e intentó entrar en el puerto de Lepanto y acercar su embarcación a la fragata turca. Pero los turcos lo apresaron y murió como mártir, en la hoguera, en la cubierta de la fragata. Para conmemorar su heroísmo en el muelle oeste de Lepanto se alza su estatua en bronce.A partir de entonces la presencia otomana en Lepanto fue más firme durante toda la Revolución y la región fue la última de Grecia Central en ser liberada, el 18 de abril de 1829, por medio de un tratado firmado por el hermano de Ioannis Kapodistrias, Augustinos, quien además permaneció en la región como delegado del gobierno. Tras la retirada de la población turca de la ciudad, llegaron nuevos colonos de Suli, cuyos hogares estaban aún bajo el dominio otomano y los cuales destacaron como jefes de tropas irregulares y como guerreros durante la Revolución. Familias como las de Tzavelas y Bótsaris encontraron aquí su nuevo hogar. Los últimos, con Notis Bótsaris a la cabeza, fueron los que dirigieron las batallas por la liberación de la ciudad. Se les dio como residencia el conjunto de edificios en el que se alojaba ocasionalmente el gobernador de la ciudad, conocido desde entonces como Torre de Bótsaris. La familia de Tzavela, por otro lado, encabezada por Kitsos Tzavelas, tuvo el liderazgo durante la batalla por la liberación de Lepanto, y desde entonces se convirtieron en notables de la ciudad. Su casa, una mansión de dos plantas, se encuentra en la zona Vezir Cami (la Mezquita del Vizir), que desde entonces ha sido restaurada y ahora alberga el 22º Eforado deAntigüedades Bizantinas.